jueves, noviembre 30, 2006

vivir en silencio


lo que expresamos es sólo la punta del iceberg de lo que sentimos y pensamos. la mayor parte lo vivimos en silencio. sin hablarlo con nadie, guardando nuestros momentos tristes o felices para la intimidad de nuestra recámara. no sé por qué, simplemente es difícil desnudarse ante alguien y mostrarnos tal como somos. quizá por que en el fondo somos monstruos horrendos que sólo podemos socializar aparentando normalidad y sencillez, y dejamos ocultos bajo las heladas aguas del silencio lo que en verdad sentimos, deseamos, creemos, pensamos.

quisiera poder sacar todo eso que tengo dentro de alguna manera, pero no expresándolo, sino sacarlo como cuando se hace limpieza de la casa, ponerlo en la basura y llenar mi casa de muebles nuevos y olvidar los viejos. vomitar hasta vaciar mi estómago de tanta pasión y dolor que me provocan náuseas.

vivo con miedo, pero mi rostro siempre aparenta serenidad. siento mucho dolor, pero siempre estoy sonriendo, y cuando siento felicidad es cuando con más razón lo oculto, pues no quisiera que se estropeara...pero el amor, ése si no lo puedo ocultar.

sí, todavía lo quiero. aunque no está conmigo sigo conociéndolo y me encanta. adoro su dislexia y su nariz pequeña. adoro su pena de admitir que le gusta ver telenovelas y sus ambiciones de dominar el mundo, al menos el suyo. adoro su paranoia y su manía de cambiar sus contraseñas cada mes y siempre poner su horóscopo en sus perfiles.

todo esto y mucho más lo vivo en silencio, no sólo porque no quiere escucharme, sino porque no puedo ni decírmelo a mí misma....
lo que ves es sólo la punta del iceberg. no me conoces.

miércoles, noviembre 29, 2006

embarrarse de mierda


camino mirando hacia el piso. no porque me sienta menos o le tenga miedo a la gente. simplemente porque en el df es muy sencillo embarrarse de mierda y a mí no me gusta que mis zapatos se ensucien.

pero no es así con la vida diaria. por más precauciones que he tomado, no consigo evitar que cada vez más partes de mí estén llenas de mierda y lo peor del caso es que no se puede limpiar.

cagada tras cagada, el hedor me está asfixiando. cagada tras cagada no tengo ruta de escape, hacia donde sea que volteo hay un mojón de mierda acechándome y no puedo saltar, mucho menos volar.

parada en el centro de este campo minado, laberinto escatológico que me agobia, no encuentro salida ni solución.

habrá quienes digan que hay que esperar a que la mierda se seque para recogerla y ponerla en la basura. pero es que no contemplan la magnitud y frescura de la mierda que, como avalancha, amenaza con sepultarme antes de que pueda intentar tomar una pala y defenderme de mis propias heces.

viernes, noviembre 24, 2006

post intrascendente

el 95% del personal de la oficina donde trabajo se fue de viaje el día de ayer y el día de hoy. sin absolutamente algún pendiente que atender, me he dedicado ambos días a navegar por internet y las trascendencias e intrascendencias que hospeda.
además de toparme con blogs aburridos e intrascendentes como este, páginas sobre belly dance aburridas y monótonas y detalles del pasado de ese a quien aún quiero que me hicieron llorar, me topé con un cuento que me sacudió de pies a cabeza.
tanto así que de no haber sido por él no hubiera escrito nada y seguiría maltratando mis ojos llorando o viendo vestuarios turcos que nunca compraré.

jueves, noviembre 23, 2006

hoy creo en el perdón (mañana no sé)


no sé qué habré soñado, pero hoy desperté con esperanza. esperanza ciega, quizás, pues mi enajenamiento con la razón trata de bloquearla, pero al menos esa sensación de posibilidad me ayudó a no llorar (mucho) esta mañana.

con rímel aún en mis pestañas (algo que no ocurría desde hace dos meses, al punto en que desistí de enchinarme las pestañas pues irremediablemente terminaban empapadas y despintadas antes de medio día) algo dentro de mí dice que crea en el perdón, o que al menos le de una oportunidad a ese señor.

perdonar, tener esperanza, son triquiñuelas que nos jugamos para evitar sentir tanto dolor, para creer que estamos avanzando en el mal llamado “camino correcto”, pero es inevitable jugárnoslas para mantener la sangre en el cuerpo.

[dentro de mí sé que este es sólo una pausa en la caída, pero no puedo evitar entregarme al optimismo con que desperté hoy. probablemente mañana despierte derrumbada de nuevo, pero por lo pronto voy a usar esta extraña sensación para tratar de componer lo que está mal]

miércoles, noviembre 22, 2006

maravillas del d.f.














1547 kilómetros cuadrados y la colilla que dejé ayer en la esquina donde fumé permaneció allí a pesar del viento y el frío de la noche.

una mañana fría


mi madre me despertó con la noticia de que la temperatura era 0°c. buena razón para no salir de las cobijas, pero no puedo evitar tener que presentarme en la oficina, maldito sentido de la responsabilidad.

nunca había sentido tanto frío en mi vida. lo único que quiero es un abrazo. su abrazo. sólo 1547 kilómetros cuadrados y no lo encuentro. por casualidad, quisiera topármelo en la calle y tirarme en sus brazos y llorar hasta tener sed. pedirle perdón hasta que me lo otorgue. apretarlo hasta que sienta mi calor y el cariño que aún le tengo.

pero no sucede, y de todos modos tengo miedo que me responda con una cachetada. entre las miles de imágenes que se proyectan en mi cabeza tengo muy presente el momento en que me dijo que lo hacía muy feliz, y me atormenta casi tanto como los 3000 NO que escribió el lunes en la madrugada.

dicen que la temperatura seguirá bajando, pero no lo suficiente como para congelar el dolor que siento, evitar estas muecas simiescas acompañadas de lágrimas que tengo que vivir en silencio, frente a la computadora o acurrucada en un asiento del autobús.

ni siquiera me queda ya la esperanza de que el milagro ocurra, tampoco me quedan fuerzas para llorar pero lo sigo haciendo incontrolable y desvergonzadamente. hasta cuándo? supongo que hasta que me harte o se acaben los 65 litros de lágrimas que me corresponde llorar en toda mi vida, que al paso que llevo no tardará mucho.

cosas que resuenan en mi cabeza

sólo dos:

summertime con janis joplin
el final de un cuento: “mi amor, por favor no llores”

jueves, noviembre 16, 2006

fumando espero

pasaron de nuevo 24 horas y el milagro no sucedió. y así pasarán otras 24 horas y así hasta juntar 72, 96 o incluso 240 y yo seguiré como idiota esperando porque en primera no creo en los milagros.

no tengo esperanza, no tengo fe, ni siquiera tengo razones para pensar que es posible que eso que tanto deseo suceda. sin embargo el corazón no se rige por ninguna de esas fuerzas. incluso es más fácil engañar a la razón por medio de la esperanza que sanar un corazón con esta misma medicina, y la fe puede mover montañas, pero no puede ordenar sentimientos.

dicen que los 35 centímetros que separan el cerebro del corazón son los más dífíciles de recorrer, y no deberían, pues uno no debe estar ligado al otro mas que para mantener el organismo en funcionamiento...pero no podemos evitar querer evitar que nos hagan daño y por eso metemos al cerebro en cuestiones donde no debería, y curiosamente al entrometerlo causamos eso que tratamos de evitar cuando le pedimos ayuda.

mientras, fumando espero. no sólo a que ocurra un milagro que sé que no existe, sino a que pase el tiempo y todo termine: el dolor, la espera, la esperanza y el aire de este pequeño infierno en que me encuentro sentada.

miércoles, noviembre 15, 2006


Dios tiene 62% de probabilidades de existir, según estudio

aún así, yo no creo
ciertamente no soy la única persona en este mundo a la que nunca le han dicho te quiero, pero sí soy la única a la que tengo que ver todos los días, convivir con ella, preocuparme por ella.

todos los días me veo en el espejo al despertar, hecha una piltrafa como siempre. además de despeinada, amodorrada, con arrugas de la almohada y un aliento a diablos, últimamente amanezco con los ojos hinchados de tanto llorar. es en ese preciso momento cuando entiendo por qué nadie puede quererme.

pero después me lavo los dientes, entro a la ducha y me visto para salir a trabajar. con el cabello rizado o lacio (dependiendo del humor y del tiempo) y sin la hinchazón de los ojos, me veo normal, decente, quizá a veces un poco más atractiva que el común de las mujeres que me topo en la calle.

...y aún así, ellas tienen un te quiero.
yo no.
yo nunca he tenido y nunca tendré.

llevo años pensando a qué se debe eso. qué horrible defecto tengo que impide que alguien pronuncie esas palabras, que alguien sienta eso que yo siento y me mata. llevo años tratando de entender y tratando de no darle importancia, de que deje de doler.

años fracasando, despertando sola afortunadamente, pues no quiero que nadie vea el monstruo que soy al despertar y que oculto hábilmente con un baño de agua caliente.

martes, noviembre 14, 2006

el dolor

según la medicina, el dolor es un síntoma (es decir, sólo quien lo siente lo puede apreciar) de alguna enfermedad. subjetivo como es, es imposible que yo, por ejemplo, entendiera el sufrimiento de mi hermana por sus migrañas, así como no espero que mi primo entienda el dolor provocado por un cólico menstrual ni que mi jefe comprenda las punzadas que me causa la gastritis.
así tampoco espero que el dolor que en este momento siento lo entienda alguien, ni yo misma puedo. será, como me dijeron hace poco, que la vida es más absurda de lo que nuestro afán de control nos permite aceptar, y de hecho el intentar entender sólo genera más dolor.
el dolor, incluso el físico, es indescriptible. visitar al doctor requiere de mucha imaginación, paciencia y elocuencia para describir algo que no es ardor. el mental, psicológio, espiritual, del alma o como sea que se llame, es aún más abstracto y molesto. todos entienden si alguien se pone molesto o llora si siente dolor en el estómago, pero quejarse del dolor emocional sólo provoca ser visto como a un enfermo mental o mierda de la sociedad.
sólo quien siente el dolor lo percibe en su magnitud, y aunque los psicólogos, terapeutas, autores de best sellers de superación personal y amigos "consternados" no se cansen de repetir que todos sufrimos lo mismo, que mi dolor no es único, que no soy la primera ni la última y demás bla hueco que algún insensible inventó, este dolor es mío y para mí es el dolor más grande.
al diablo con las terapias psicoanalíticas. soy egoísta en mi dolor. para mí es el más grande y es el fin del mundo y es la puerta del infierno y nadie ha sufrido ni sufrirá lo que yo sufro en este momento.
no sólo se siente así, es así. es el principio y el fin y lo que va enmedio.
es todo lo que hay y habrá. es la mano que empuja al abismo o a los rieles del metro. es el manantial interminable de lágrimas, maldiciones y reclamos.
es el velo que cubre los ojos mientras se camina por la borda para saltar hacia los tiburones. es la luz que impide ver la salida del túnel, lastimando, quemando, dando la falsa idea de una esperanza para continuar.

lunes, noviembre 13, 2006

la relatividad del tiempo


el tiempo vuela cuando te diviertes. alguna vez en una conferencia en mi universidad alguien llamó a esto “estado de flujo”, ahora no puedo recordar a qué se refería exactamente, pero se convirtió en gag cotidiano para referirnos al momento en que mis amigas y yo teníamos la suerte de ver al chico que nos gustaba.

el tiempo parece estancarse cuando no te estás divirtiendo, y correr hacia atrás en cámara lenta cuando estás sufriendo. desconozco cómo se les puede llamar a estos estados, pero sin duda en el último también hay un flujo importante de lágrimas (y mocos) que parecen no agotarse por más que uno intente controlarlo.

cuatro meses juntos y parece que fueron cuatro días. los buenos recuerdos se agolpan intensamente y más que consolar y reconfortar, duelen. el tiempo voló, los dos volamos, pero a diferente velocidad. los dos nos estrellamos contra diferentes montañas. él con el futuro, yo con el pasado. a mí me dolió más porque el futuro no existe y el pasado es una lápida de hormigón impenetrable. cuatro meses que fluyeron como agua, que como agua se escurren entre los dedos y se van para no volver. sólo queda la sensación de humedad mientras que el agua se evapora, y cuando se evapora, la resequedad y la piel agrietada, las heridas latentes y la necesidad de humectarse las manos a punta de lágrimas. cuatro meses que como el agua fluyeron y trajeron vida, pero también destrucción y muerte.

dos semanas han pasado desde que me dijo adiós. el dolor sostenido por dos semanas parece haber estado allí desde siempre. no recuerdo si en algún momento fui feliz, todo lo que hay en mi pasado es dolor. estancada en un pantano de lágrimas y mierda no siento hambre, ni frío, ni dolor. sólo la necesidad de que el tiempo pase y por fin me hunda, o algún boy scout note mi apuro y con sus calcetines me ayude a sacar mi cuerpo de entre la porquería.

cansada ya de esperar en esta eternidad del dolor, decidí ayudarme un poco a hundir y comencé a tragar mierda. no me hundí ni salí, pero terminé en paralelo con el techo de una sala de urgencias, viviendo el asombroso fenómeno de sentir correr el tiempo hacia atrás. no sé qué fue más doloroso, si el empantanamiento o la sonda nasogástrica. si sentir que nunca saldría o ver salir sangre de mis venas. la noche fue un infierno sin poder dormir, sin poder respirar, sin querer sentir. ninguna de las imágenes que se formaron en los cuatro meses puede pagar por ese único día.

el tiempo vuela cuando te diviertes, se estanca cuando la pasas mal y corre hacia atrás y en cámara lenta cuando sufres. pero, ¿qué pasa cuándo ya no quieres sentir? ¿hacia dónde corre? ¿cómo corre? ¿corre? porque vivir sin sentir es estar muerto en vida, respirando y defecando pero sin saber si se vive en el presente, pasado o futuro. es un limbo sin algún rasgo de humanidad, un estado de suspensión que, contrario a lo que dicen los eruditos de la ciencia ficción, duele.

lunes, noviembre 06, 2006

morir en méxico

todos los días en el periódico aparecen notas sobre asesinados, ejecutados, accidentados y pobres diablos que estaban en el momento y lugar equivocados, o que simplemente se hicieron relaciones con quien no debían.

la ciudad de méxico es considerada la más peligrosa e insegura del país. si nos basamos en las informaciones periodísticas y lo que dice la gente, tienes una alta probabilidad de morir con sólo salir a comprar cigarros.

llevo casi un año intentando morir y no lo he conseguido ni por decisión propia ni por accidente mortal en un microbús.

díganme, qué se tiene que hacer para morir en un país tan peligroso, tan lleno de drogas, crimen organizado, armas mercado negro y ahora dicen que hasta terrorismo. por qué sigo viva si el df es mi hogar?

viernes, noviembre 03, 2006

miércoles, noviembre 01, 2006

sed

llevo seis días llorando sin pausa, y lo sorprendente es que las lágrimas siguen saliendo. sólo tomo dos litros de agua al día, y no sé de dónde saco tanto líquido para cumplir esta y otras necesidades menos dolorosas.
he llorado tanto que tengo sed todo el tiempo. por dentro estoy en un desierto y en mis ojos hay un mar. no sé qué pasará primero, si moriré de sed, o moriré ahogada. si me desmoronaré como un polvorón bajo el sol ardiente o me devorarán los tiburones.
lo que sea que pase, que pase ya.
estoy cansada de mantener la cabeza a flote entre la arena caliente que me desgarra.
que me ahogue, que me seque, que me rescate un ángel.
en todos los casos no dejaré de sentir sed.