miércoles, noviembre 15, 2006

ciertamente no soy la única persona en este mundo a la que nunca le han dicho te quiero, pero sí soy la única a la que tengo que ver todos los días, convivir con ella, preocuparme por ella.

todos los días me veo en el espejo al despertar, hecha una piltrafa como siempre. además de despeinada, amodorrada, con arrugas de la almohada y un aliento a diablos, últimamente amanezco con los ojos hinchados de tanto llorar. es en ese preciso momento cuando entiendo por qué nadie puede quererme.

pero después me lavo los dientes, entro a la ducha y me visto para salir a trabajar. con el cabello rizado o lacio (dependiendo del humor y del tiempo) y sin la hinchazón de los ojos, me veo normal, decente, quizá a veces un poco más atractiva que el común de las mujeres que me topo en la calle.

...y aún así, ellas tienen un te quiero.
yo no.
yo nunca he tenido y nunca tendré.

llevo años pensando a qué se debe eso. qué horrible defecto tengo que impide que alguien pronuncie esas palabras, que alguien sienta eso que yo siento y me mata. llevo años tratando de entender y tratando de no darle importancia, de que deje de doler.

años fracasando, despertando sola afortunadamente, pues no quiero que nadie vea el monstruo que soy al despertar y que oculto hábilmente con un baño de agua caliente.

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