martes, mayo 22, 2007

el doctor dijo que era normal que estuviera muerta. que eventualmente me acostumbraría a usar mis pulmones pero no mi corazón. me recetó un spray bucal, pues las mariposas muertas en mi estómago podrían comenzar a despedir un olor nauseabundo. me recomendó mantenerme alejada del contacto humano, pues sería muy incómodo para él que vieran su fracaso.
realmente tuvo éxito. terminó con mi enfermedad.
en la convención de doctores, se expuso el extraño caso de la niña que estaba muerta pero no podía ser enterrada porque sus órganos seguían funcionando y las plantas necesitaban el dióxido de carbono de sus pulmones para seguir produciendo oxígeno para el resto de la humanidad.
ella ofreció a cambio donar sus riñones, hígado, corazón, córneas, médula espinal... pero los doctores dijeron que era joven y que tenía que gastarlos más para que se los pudiera donar a alguien. "36 años y comenzará a declinar tu vida, quizá entonces ya podremos aceptar tu oferta"
dormir sin soñar
comer sin saborear
bailar sin volar
hacer sin amor
sólo once años más.

1 comentario:

TheJab dijo...

Una de mis canciones favoritas durante la infancia dice que "los que sufren por amores deben de seguir viviendo"
Otra cosa es estar muerto y parecer vivo, yo prefiero estar vivo y morir poco a poco con el humo, el alcohol, la cafeína, desveladas y anexas.

¿Dónde quedaron los besos?