me siento del nabo. me atasqué de comida el sábado y me pasé el domingo en cama, sufriendo por mi ataque de gula. tal vez si fuera creyente podría ir a confesarme y quizá con unos padrenuestros y golpes de pecho acabaría con el pecado y me dejaría de doler la pancita (jajajaja). pero no, soy atea y me tengo que aguantar a que el empacho se me baje a punta de tés y otros remedios.
y tengo ganas que alguien me apapache y me haga cariñitos mientras me soba la pancita, pero no. lo único a lo que puedo aspirar es a que mi perro se me acueste encima.
chale, no puedo pensar en nada. sólo quiero dormir y que se me quite el dolor. maldita comida.
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