de vuelta a la realidad

las vacaciones de invierno terminaron, y volvemos a la rutina de checar los periódicos, el correo, la cuenta del banco. después de disfrutar una semana alejada no sólo del infierno en forma de refrigerador en que trabajo, sino de la rutina cotidiana de checar el correo y sufrir por lo mismo que llevo sufriendo tanto tiempo que no recuerdo cuándo comencé, la realidad toca de nuevo mi puerta.

dicen que año nuevo es vida nueva. yo no creo que con el cambio de calendario cambien mis problemas o que al tirar a la basura mi agenda con ella se vayan tantos recuerdos, pero parece que el mundo tiene una vibra distinta y se respira un aire diferente que tal vez (sólo tal vez) logre que las cosas cambien para bien.

la mejor manera de evitar decepciones es no esperar algo de la vida, así que no espero que este año me traiga algo bueno, más bien soy de las personas que creen que las cosas se consiguen trabajando, no sentándose a esperar.

creo que me hace daño estar aquí, en esta silla de falso cuero escuchando una y otra vez las mismas canciones y cuidando que mi jefe no se de cuenta de la manera en que pierdo el tiempo. no sólo me desespera quemar mi vida así, sino que me deja mucho espacio a pensamientos que no quiero tener, a buscar información sobre personas que quisiera olvidar, a publicar cosas que tal vez debería mantener en privado.

año nuevo, vida nueva. y sí necesito un cambio. tengo la fuerza pero no la dirección, no sé qué intentar nuevo para al menos dejar de sentirme así.