no te avergüences. yo también desearía que ese hombre que está aquí conmigo no fueras tú. por eso cierro los ojos cuando estamos frente a frente, por eso me limito a reconocer tus facciones con mis manos, imaginando que eres él. por eso no acepto tus labios, porque son tan distintos. tu aliento tan seco, tus manos tan fuertes, tu espalda tan amplia...
yo sé que tú también quisieras que yo no fuera yo. no sé a quién imaginas debajo de tí cuando cierras los ojos y te arrojas con tanta pasión. nunca dices mi nombre, nunca tocas mi cuerpo, te absorbe la imagen de esa otra con quien estás cuando estás conmigo.
es curiosa esta forma de estar junto a quienes en verdad amamos estando aquí tú y yo. es curioso que prefiramos la no-compañía mutua que una soledad digna y honesta. es curioso cómo preferimos mentirnos sonriendo, abrazando a la distancia al otro, lamiendo nuestras heridas de amor.
desearía que tú no fueras tú. quisiera que esa espalda que toco tuviera su tacto y que el gemido que llega a mis oídos fuera el de su voz.
a veces desearía que yo no fuera yo, sino ella que ahora está con él, tú siendo él y yo siendo otra que no está en ninguna parte.
1 comentario:
Interesante...¿cuántas veces somos lo que no queremos? y sobre todo,¿cuantas veces queremos ser y no podemos?...
Saludos, ya la extrañamos por alla :)
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